A esta receta le tenía muchas ganas desde hace tiempo, me refiero a ganas de compartirla con vosotros, porque prepararla, la preparo con cierta frecuencia, sobre todo, si tengo añoranza de mi casa, este pastel conquisto mi estómago hace ya muchos años, y por más que pruebo pasteles de queso, por donde voy, me quedo con el mismo, no digo que no hayan mejores, los hay y muy ricos con diferentes texturas, consistencia y contraste, pero este es mi preferido, no os digo nada más, solo espero que esta corta introducción sea suficiente para que os pique el gusanillo de la curiosidad y lo intentéis.
Ingredientes
- 4 u huevos medianos
- 4 cd Maizena
- 400 ml Nata para cocinar
- 400 g Queso fresco preferiblemente de va
Caramelo
- 200 g Azúcar
- 10 cd Agua
Raciones: raciones
Instrucciones
- La preparación es muy sencilla, ponemos todos los ingredientes (menos el azúcar) en la licuadora, lo dejamos el tiempo suficiente para que se mezclen bien (5 min).
- Este paso es posterior a la preparación del caramelo; Vertemos la preparación anterior en el molde y lo ponemos al horno, previamente precalentado a 150º C durante 25 minutos, transcurrido este tiempo dejamos enfriar y desmoldamos, esta misma receta la puedes hacer con frutos rojos o alguna confitura con fuerza para que contraste con el sabor suave del queso.
Caramelo
- Para preparar el caramelo, sobre todo tenemos que tener claro que es un líquido peligroso en caliente, el azúcar derretido puede alcanzar temperaturas de hasta 200º C, por lo tanto antes que nada, hay que dotarse de una buena manopla, (y os lo digo por experiencia, yo he conseguido una marca en mi mano derecha por descuidar el aspecto seguridad).
- Ponemos el azúcar a fuego medio en un cazo y vamos moviendo el recipiente en sentido circular para que se vaya derritiendo de manera homogénea, lo que permite que vaya tomando un color dorado uniforme, ahora ya podemos ponernos la manopla y añadir cucharada a cucharada el agua, sin dejar de mover el recipiente, hay que tener cuidado con la primera cucharada, es posible que al contacto con el caramelo salpique un poco, una vez el agua se incorpora bien al caramelo, continua poniendo la cantidad indicada.
- Listo el caramelo, lo vertemos en el molde donde vamos a hacer el pastel, yo utilice un papillote de silicona, procuramos que las paredes queden bañadas, esto lo conseguimos con movimientos circulares, esto sin quitarnos la manopla,
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